Carta desde el exilio

Lo primero: un saludo a tod@s!

Bueno, por fin tengo blog propio(!), la verdad es que hasta ahora no he llevado diario, pero siempre me tentó la idea, hace poco supe de la existencia de los blogs y pensé que en algún momento me metería en esto...y aquí estoy.

Una fase comienza, otra termina. Sí, Erasmus se acaba, he pasado 5 maravillosos meses en Graz, en la preciosa Austria. A tod@s os recomiendo que visitéis este país, que no sólo es Mozart, esquí y café vienés, sino que tiene muchísimo que ofrecer. Para mí que no había estado fuera de casa hasta ahora ha sido...la vida.

Mi opinión es que no es tanto el sitio sino la gente con la que te encuentras la que hace que estas experiencias funcionen y yo he tenido toda la suerte en esto, el ambiente Erasmus es el que es allá donde vayas y sobre los austríacos hay opiniones enfrentadas, pero a mí me queda la sensación de que son gente cálida y agradable.

En mi caso se da el agravante de que el sitio al que he venido es genial y está cerca de un montón de lugares que merece la pena conocer, ahora recuerdo Venecia, Salzburgo, Budapest, Viena, Praga, excursiones a termas, a una fábrica de chocolate(mmm) y a bodegas(!!).

¿Vida de noche? Sí, pero de esto no recuerdo tanto... Toda la que uno quiera, de hecho, dejé la religión sábado=noche de Donosti por salir cuando apeteciera. Pero no es a esto a lo que vine, y me llevo la gran sensación de haber aprovechado muchos días que no se verían igual después de pasar la noche con el señor Feater (jodido señor Feater).

La foto es de Herrengasse, céntrica y la más bonita, está en el corazón de Graz, y en el de muchos de los que aquí hemos estado.

Seguiré contando más de lo ocurrido en mi exilio austríaco, sigo estudiando, mañana último examen.

Desde Centroeuropa con amor